Por lo tanto, si se determina que el bebé estaría más seguro fuera del útero que dentro de él, ya sea por el hecho de que te hayas pasado dos semanas de la fecha prevista de parto, tengas diabetes gestacional, el líquido amniótico o la placenta no funcionen correctamente, o por cualquier otra razón médica, el médico que te atiende probablemente examinará el cuello del útero para ayudar a elegir la mejor estrategia para iniciar el proceso de inducción del parto.
Además, si el cuello del útero no está muy blando, se puede administrar misoprostol para ayudar a iniciar el proceso de maduración. Este fármaco puede ingerirse o aplicarse por vía vaginal cerca del cuello uterino. Suele administrarse cada cuatro o seis horas.